Hay factores como el envejecimiento o enfermedades degenerativas, que pueden afectar la capacidad cognitiva e intervenir considerablemente en la calidad de vida de los adultos mayores. Es por esto, que implementar un programa de estimulación cognitiva, juega un rol significativo en la prevención del deterioro mental y demencia.

Entre las principales ventajas que aporta la estimulación cognitiva, cabe destacar que:

  • Mejora la calidad de vida: estimular el cerebro ayuda a mantener las habilidades cognitivas, preservar su funcionalidad y por ende, beneficia la vida diaria de las personas.
  • Retrasa evolución de enfermedades: disminuye el riesgo de desarrollar Alzheimer y de llegar a las etapas de mayor gravedad.
  • Mejora los niveles de plasticidad neuronal: el cerebro humano es moldeable, por lo que cuanto más se estimule, se evitará la rigidez.
  • Incrementa las funciones cerebrales: las técnicas de psicoestimulación benefician una parte concreta del cerebro.
  • Previene pérdida de la memoria.
  • Potencia la autonomía en los quehaceres diarios y la autoestima.
  • Mejora la interacción con el entorno y evita el aislamiento.
  • Disminuye la ansiedad, estrés y confusión.